jueves, 6 de diciembre de 2007

Reencuentro.

"Los niños escapaban corriendo, iban a esconderse para contarse todo lo que habían acumulado durante esos meses de separación. Pedro le entregaba, avergonzado, unos animalitos tallados que había hecho para ella en trozos de madera y a cambio Blanca le daba los regalos que había juntado para él: un cortaplumas que se abría como una flor, un pequeño imán que atraía por obra de magia los clavos roñosos del suelo. El verano que ella llegó con parte del contenido del baúl de los libros mágicos del tío Marcos, tenía alrededor de diez años y todavía Pedro Tercero leía con dificultad, pero la curiosidad y el anhelo consiguieron lo que no había podido obtener la maestra a varillazos. Pasaron el verano leyendo acostados entre las cañas del río, entre los pinos del bosque, entre las espigas de los trigales, discutiendo las virtudes de Sandokan y Robin Hood, la mala suerte del Pirata Negro, las historias verídicas y edificantes del Tesoro de la Juventud, el malicioso significado de las palabras prohibidas en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española..."


(La casa de los espíritus)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

préstame ese libro, adoro a Isabel Allende :P


kiererla jannecita

nus vems
=)

Anónimo dijo...

actualizate pos

=)

Leonardo de Valdivia dijo...

igual es entretenido la novela, mejor en la película, suerte este año

saludos Ñe